jueves, 21 de junio de 2012

Discurso Argumentativo.


  



   Argumentar es una forma de participar en un diálogo que tiene como condición básica la defensa y justificación de una forma de ver el mundo, nuestra propia forma de pensar. Está presente en la publicidad, en las conversaciones cotidianas, en la televisión, en la justicia, etc. Sin embargo el texto argumentativo por excelencia es el ensayo, donde el emisor defiende su opinión con respecto a un tema presentando argumentos.

  Con la argumentación intentamos influir, transformar o reforzar las ideas o formas de actuar (conscientes o inconscientes) de otra (s) persona (a). En esencia, una argumentación es un modo de razonamiento, es decir, una forma de pensar, de opinar sobre algo; es una manera de legitimar las creencias y los comportamientos, donde se intenta convencer o persuadir a partir de argumentos.
   Lee con atención el siguiente ejemplo:

  “Debemos proteger nuestros bosques, porque constituyen un ecosistema que da vida a muchas especies animales y, si desaparecieran, el país de convertiría en un desierto”.

   Argumento 1: El bosque constituye un ecosistema que da vida a muchos animales.
   Argumento 2: Si desaparecieran los bosques, el país se convertiría en un desierto.


                          1.- Intención del emisor: Convencer o persuadir:

La validez de recurrir a un determinado tipo de argumento, dependerá del objetivo que tenga:

  Convencer: Significa que el emisor fundamenta lógicamente su argumento, es decir, entrega razones aceptadas como verdaderas por el conjunto de la sociedad, por ejemplo, la fundamentación del porqué o compara un producto con otro, la convicción implica un proceso racional y reflexivo por parte de los interlocutores. 
  Ejemplo: “–Mamá, ¿me das permiso para salir este sábado?, hice todas mis tareas, te ayudé a hacer aseo y fui a comprar todas las veces que me lo pediste, ¿no crees que me lo merezco?”

  Persuadir: Implica un proceso en el que la “emotividad” (una transcripción de lo sentimental o emocional a una representación del lenguaje) se pone en juego y la inteligencia emocional actúa. La intención del emisor apela a los aspectos subjetivos que pueda tener en común con su interlocutor, suele ser el tipo más frecuente en la vida cotidiana y en el mundo privado. Por lo mismo no es posible ocupar los mismos argumentos persuasivos con una u otra persona.

  Ejemplo: “– Mamá, dame permiso para salir el sábado, yo sé que me quieres y no vas a dejar que me quede aburrido y solo el fin de semana, además van todos mis amigos, no puedo ser el único que no vaya.”

                              2.- Componenentes de la argumentación (estructura): 

Todo texto escrito requiere de una organización para aclarar los puntos de vista expuestos en él  y en la argumentación se puede estructurar de la siguiente manera:

a)      Tesis (o conclusión argumentativa): es una proposición, es decir, aquella parte del discurso en que se expone aquello de que se quiere convencer o persuadir a los oyentes. La tesis puede aparecer al comienzo de la argumentación para luego establecer los fundamentos (bases) o también puede descubrirse solo al final.
·         Si es una argumentación racional, que busca convencer al receptor por medio de argumentos lógicos la pregunta que se plantea implicará un respuesta en afirmativo o negativo. 
Ejemplo: “¿Es América un continente unido? No, hay tal cantidad de etnias, lenguajes y culturas diversas que no podemos realizar esa afirmación.

·         Si es una argumentación persuasiva, involucrara emocionalmente al receptor en su respuesta.
Ejemplo: “¿Acaso en América no somos todos hermanos? ¡Debemos luchar por la unidad de nuestro continente!

       * Está comprobado que si una tesis se presenta en la conclusión, en la mente de        nuestros interlocutores cobrará más contundencia persuasiva. 
                                                                                                                                                  
b)      La base (el primer argumento): es una creencia compartida, un dato fáctico incontable, pero que puede NO ser acepado por el interlocutor.
Constituye un apoyo verbal entregado a favor de la proposición, es decir, los fundamentos. Generalmente en una primera instancia de desarrollo de la argumentación, lo que se entrega son datos conocidos, compartidos, fáciles de aceptar por los hablantes, su función es “introducir” el tema y ubicarnos en el contexto de la discusión.

c)      Las garantías (la ley de paso): Se trata del vínculo que une las bases con la tesis, o sea, por qué razón esa bases es pertinente para esa tesis. Es el segundo argumento conocido como “la ley de paso”, es decir, permite al argumentador apoyar lo que dice en un principio, en una convención admitida, como el caso de los lugares comunes o estereotipos (por ejemplo, la mejor edad es la juventud, las mujeres deben quedarse en la casa y atender a sus maridos, un hombre no puede decir que no a una mujer, etc.)

d)      Respaldos: Datos corroborantes que sostienen las garantías (cifras, estadísticas, encuestas, etc.) provienen de todos los ámbitos del conocimiento a los que sea pertinente recurrir para fundamentar lo que estamos diciendo (ciencias, valores, moralidad, religión, cultura, etc.)  En el discurso se traducen en ejemplos, citas, comparaciones refranes, parábolas, etc.

                      

                              3.-Tipos de razonamiento argumentativos:

 Dependiendo de la relación que se establezca entre tesis y sus bases, es decir, del modo en que se realice otra inferencia, podremos diferenciar varios razonamientos argumentativos. A  continuación, veremos algunas de los más comunes:

a)      Razonamiento por analogía: la analogía (forma de interpretación por medio de la similitud) consiste en comprobar una tesis a partir de otra que ya ha sido aceptada o comprobada para un fenómeno u objeto similar. Los datos de la tesis ya comprobada se ocupan como base para la aceptación de la tesis que se desea comprobar.


b)      Razonamiento por generalización: Consiste en validar una tesis, fundándose en la verdad observada de enunciados particulares, estas generalizaciones por el hecho de ser inductivas, solo son probables, es decir, por medio de la generalización no podemos llegar a establecer una ley universal, pero si una alta posibilidad de certeza dado que “por lo general” así se da un determinado fenómeno.


c)      Razonamiento por signos: Un signo es cualquier entidad sensible que permite reconocer un hecho que no se percibe. La parte del signo que puede hacerse sensible es el representante y la parte ausente, el representado. En relación con la argumentación, hablaremos de razonamiento por signos cuando se interpretan ciertos hechos como síntomas o indicios de base para concluir algo.



d)      Razonamiento por causa: Las inferencias causales son razonamiento que, en su conclusión, establecen una relación de causa y efecto entre dos acontecimientos. Esta relación se supone cuando existe una correlación  tal entre dos propiedades que hacen suponer que una es la causa de la otra, o que una es el efecto de la otra. Es una relación que se basa en la conexión o relación causal.



e)      Razonamiento por autoridad: Es el argumento que toma como bases la opinión de quien es considerado una “autoridad” en el asusto, es decir, de alguien que es reconocido como un experto en la materia.




 Material de   Apoyo elaborado por Silvia  Palma.


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